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¿Qué es el Counselling?
Para entender un poco de que trata, ya que no estamos aún acostumbrados en nuestro país, debemos remontarnos a sus inicios. El Counselling nace por un lado, de la mano de Carkhuff, ya que este expone que por ayuda se entiende cualquier relación entre una persona más conocedora o asesor, ya sea consejero, profesor o padre, y otra menos conocedora o asesorada, ya sea cliente, estudiante o hijo. También cita, por otro lado, que esta disciplina emerge de la mano de Carl Rogers, considerado como el psicólogo humanista caracterizado por una orientación comprensiva de las diferentes dimensiones de la persona y que bautizó su propuesta de psicoterapia como “no directiva” y “centrada en la persona”.

Pero me gusta especialmente cómo empieza a nombrar Bermejo J.C. (1998) el concepto de relación de ayuda y a definir el counselling como relación auxiliante en la que el consejero intenta estimular y capacitar al sujeto para la autoayuda. Porque realmente la mejor herramienta de un terapeuta es empoderar al otro y creer en que él mismo podrá sobrellevar cualquier proceso. Tal y como cita en el mismo libro, Counselling significa ofrecer el marco adecuado para facilitar el desarrollo de las capacidades bloqueadas. Porque realmente de forma personal, pienso que si hay una sola persona que cree en el otro, la resiliencia es mucho más probable caminando juntos. También comenta en el libro, que no se trata de encontrar alternativas o soluciones al problema, sino de acoger a la persona incondicionalmente en su situación de vulnerabilidad.
Es interesante también observar las diferencias entre los estilos de relación de ayuda, sobre todo como afectan a la persona dependiendo si está centrado en el problema o bien en ella. Bermejo J.C. (1998) expone que hay dos direcciones: directiva y facilitadora. Y de estos cuatro ejes salen los diversos estilos: autoritario, democrático, paternalista o bien el empático. Es evidente que como futuros Counsellors el estilo de relación de ayuda con el que se identifica nuestra intervención es el de ponerse en la piel del otro.

El autor nos revela que empatizar consiste en centrarse en la persona y las intervenciones se inspiran en la actitud facilitadora para que esto ocurra. Acompañando para identificar lo que quiere y lo que tiene capacidad de hacer al respecto. Además, este estilo centrado en la persona define muy bien la consideración holística, que quiere decir tener en cuenta y comprender a la persona en todas sus dimensiones. Siguiendo con el libro de “Apuntes de relación de ayuda”, se puede observar que hace una gran descripción y acotación de las actitudes del Counselling cómo es la empatia, tal cómo se ha comentado y la aceptación incondicional. Bermejo J.C. (1998) Describe cuidadosamente los pasos a seguir como profesionales en las diferentes fases del Counselling. En primer lugar se encuentra la fase de identificación, en la que metafóricamente bajas al pozo del otro e intentas empaparte de su situación, su mundo y su piel.
En segundo lugar, se la fase de incorporación, la cual se basa en que el mundo del otro repercute en tus propias grietas, para sentir con el otro e intentar comprenderlo desde tu identificación. Y en tercer y último lugar encontramos la separación, es la fase más importante, ya que si no llega un momento en el que te retiras de la implicación afectiva, te puede repercutir tanto en esta intervención como en las siguientes. Tal y como incluye Bermejo J.C. (1998), para poder llevar a cabo esta práctica de la empatía debes disfrutar también de la habilidad social de la escucha activa. Sin ésta no podrás ser capaz de comprender y captar al otro de forma holística.
Es por esto, que es acertada la diferencia que se produce en la lengua castellana entre las palabras: «oír y escuchar». Porque escuchar es mucho más complejo, tanto como querer comprender todas las palabras y el paralenguaje que la persona me está ofreciendo (captar sus necesidades reales). Es importante cada detalle, desde la mirada hasta los monosílabos.
Introducción a la arteterapia
En los países anglosajones, Francia, Canadá, Suïza e Israel, los arteterapeutas participan en los equipos multidisciplinarios de las instituciones públicas y privadas pero en España aún nos queda camino para recorrer en este sentido. Como país, nos falta conocimiento sobre los beneficios de la arteterapia y confianza en el potencial sanador de la creación plástica. Así que os iremos dejando información sobre la disciplina, para aquellos que aún no habéis tenido la oportunidad de familiarizaros con ella.
En los años cuarenta y cincuenta, en Estados Unidos, las pioneras de la arteterapia, Margaret Naumburg (proveniente del campo de la psicología) y Edith Kramer (del campo del arte), cada una por separado y partiendo de su propia práctica y lugar de estudio llegaron a la convicción de que la unión entre el arte y la terapia tenia un gran valor terapéutico que se debía explorar. Ya desde sus inicios, pues, la arteterapia se nutre de las teorías e investigación de los dos campos, construyendo un puente que los conecta y que posibilita un lugar de reflexión riquísimo.

Desde entonces, se ha ido construyendo lo que se entiende hoy por arteterapia. La cuál, resumidamente, podríamos definir como una técnica terapéutica que utiliza el canal de la creación plástica para ayudar a expresar e integrar los conflictos emocionales. Se utiliza en contextos muy diversos con todo tipo de personas sin importar la condición, edad o colectivo: escuelas, hospitales, cárceles, centros de salud mental, geriátricos, centros de día, centros cívicos, educación especial, etcétera. Se puede aplicar en sesiones individuales o grupales y de forma periódica o en sesiones únicas, todo dependerá de las necesidades de los participantes. En cuanto a los materiales, y en situaciones en que esto sea posible (a veces se trabaja en contextos de muy bajos recursos) en el taller de arteterapia suele haber diversidad para que cada usuario puede escoger aquello con lo que expresarse. Lo más común es encontrar material artístico básico como lápices de colores, pinturas, acuarelas, cartulinas, tijeras (dependiendo del colectivo), pinceles, ceras, etcétera, pero generalmente, y siempre des de una intención terapéutica, se añaden otros materiales como hilos, lanas, cámara de fotografías, pasta para moldear, revistas para hacer collage, tejidos, materiales naturales, objetos encontrados, entre otros. En todo caso, la elección del material dependerá del usuario y de las necesidades plásticas que el arteterapeuta vea en él.
En arteterapia, igual que en la mayoría de técnicas terapéuticas, el encuadre es muy importante, a esto se refieren las normas internas del taller acordadas por todos los participantes (aclarar la intención de la terapia, concretar cuando empieza y se terminan las sesiones, fijar si el grupo es cerrado o abierto, explicar como se gestionan los tiempos durante la sesión, pactar dónde se guardan las creaciones que se generan, hacer un plan de confidencialidad, etcétera) Estas pautas ayudan a situarse y a construir el espacio de seguridad y confianza al que Winnicot llamó espacio potencial el que constituye la base del proceso terapéutico. A su entender, este espacio de confianza debe ser un lugar de libertad, juego y apertura.

Es importante señalar que nos encontramos ante una disciplina que se abre a la exploración y a la redefinición constante, que no se encierra a una metodología estática pero que se asienta sobre una base solida, definida por años de estudio y práctica que la validan. Esta condición nos anima a estudiarla y practicarla con una actitud abierta y creativa pero a la vez, nos requiere mucha constancia y rigurosidad, sin ellas, la arteterapia podría disolverse, perdida en definiciones poco precisas y/o ambiguas.
En los próximos post analizaremos las bases teóricas de la arteterapia, los beneficios de la técnica, los colectivos y lugares en los que se lleva a cabo, se pondrán casos de estudio para poder ejemplificar lo explicado, etcétera. Con el objetivo de analizar lo que nos aporta como individuos y como sociedad.
Similitudes entre el Counselling y la Arteterapia
Al realizar la prueba piloto en el Hospital de Terrassa e investigar sobre la teoría y la práctica de ambas disciplinas, podemos decir desde la experiencia que es una muy buena praxis poder complementar dos metodologías diferentes, pero en muy buena sintonía y con grandes similitudes. Una sinergia y complementariedad entorno el Counselling y las terapias relacionadas con el arte que solo hace que sumar entre ellos, nunca restar.
Hay una similitud muy clara entre las dos disciplinas, ya que ambas trabajan a través de metáforas. Una herramienta muy útil y gráfica que convierte al usuario en espectador de su propia historia y le permite opinar de forma objetiva sobre su problema. Es menos doloroso y más fácil de comunicar, ya que decir aquello que duele de forma sencilla y caricaturizándolo es muy poderoso. Por otro lado, el entorno es muy importante en ambas también. Las dos deben cuidar el espacio, la superficie, cualquier sitio dónde el otro se encuentre a gusto. Pero en ambos casos el profesional intentará recrear un escenario que promueva y fomente el vínculo, la tranquilidad, calidez, comodidad, intimidad, cercanía…
El Counselling y el arte-terapia también comparten la confrontación. Moreno A. (2010) explica que saber que creemos exige que nos confrontemos con nosotros mismos, con nuestros miedos, con nuestra resistencia al cambio. Y parece casi una definición que se podría haber dicho des del Counselling. Pero en los dos casos, se respeta el ritmo de la persona, se centra en ella y en que sea el momento para poder utilizarla.Crear un vinculo con el Counsellor, así como con el terapeuta. Moreno A. (2014) cita que la relación entre el arte-terapeuta y el cliente tiene una gran importancia. Aparece la transferencia y la contratransferencia. Depende también de la orientación del profesional, esta se tendrá más o menos en cuenta y se verbalizara más o menos.
También se asemejan los desarrollos de las sesiones. Que se componen con una bienvenida, presentación de sus miembros, explicación de los objetivos, reglas, recapitulación de sesiones anteriores. Entre medio en el ámbito de arteterapia se lleva a cabo la actividad y en el Counselling el dialogo. Pero en los dos casos se acaba con una reflexión, resumen, discusión y comentarios sobre la sesión (cerrando de algún modo).

Otra similitud es la de abordar el recuerdo. Botton A. y Armstrong J. (2014:p.8) citan que somos malos para recordar cosas. Resulta inquietante que nuestras mentes sean capaces de perder información importante, tanto factual como sensorial. Escribir es la respuesta evidente a las consecuencias del olvido, el arte es la segunda. Para el Counselling es importante recordar, ya que en todas las fases, pero sobretodo en la de autexploración remueves recuerdos y en la de autocomprensión los asientas. Y en el arte hasta proponen pueden proponer crear un texto o imagen para regalarle a otra persona y de este modo recordarlo…
También comparten modo de abordar las emociones primarias, la tristeza, la rabia, la alegria… ya que el autor nos habla de sufrir de manera más exitosa. Botton A. y Armstrong J. (2014:p.26) se refieren a que el discurso de la sociedad suele ser alegre y animado: cuando confiesas un problema, la gente no tarda en buscar una solución y señalarnos una mejor opción. Pero citan a Richard Serra que en su obra no niega los problemas ni nos dice que nos animemos. Dice que la tristeza esta escrita en el contrato de la vida. Declara la normalidad de la tristeza y eso se asemeja a cuando el Counselling acepta incondicionalmente y normaliza aquello que al otro le ocurre. También el autor nos habla de que las cosas tristes a veces se hacen peores porque sentimos que las sufrimos solos… así que acompañarlas des de un profesional o des de la expresión social del arte puede ser una gran herramienta.
Y por último, una similitud indiscutible es la de trabajar el autoconocimiento, ya que el Counselling le dedica dos fases de tres. En explorarse y comprenderse. Así cómo los autores arteterapéuticos Botton A. y Armstrong J. (2014:p.44) hablan de que no somos transparentes con nosotros mismos. Tenemos intuiciones, sospechas, corazonadas, reflexiones vagas y emociones extrañamente encontradas, que se resisten a una definición simple. Tenemos estados de ánimo pero realmente no los conocemos… Por eso a veces el arte nos representa aquello inconsciente y objetiviza lo que sentimos (lo visualizamos en un papel o en una carta). Del mismo modo que las reformulaciones, las reiteraciones o las dilucidaciones pueden mostrar al ayudado aquello que le haga conocerse y comprenderse un poco más.
IV Jornadas de Salut Integrativa en el Hospital de Terrassa
Apreciados/as,
En nombre y representación del Comité de Salud Integrativa del Consorcio Sanitario de Terrassa, nos es particularmente grato, invitaros a la IV Jornada de Salud Integrativa que trae por título “La Atención Integrativa en Europa: de que hablamos” y que se llevará a cabo el cercano 17 de noviembre en la Sala de actos de Joan Costa Roma del Hospital de Terrassa.
El objetivo de la jornada es propiciar un nuevo enfoque holístico de la enfermedad donde puedan confluir terapias convencionales y no convencionales. Promover la información sobre las terapias complementarias en el ámbito de la sanidad pública, para dar respuesta a una demanda de los ciudadanos que ya utilizan este tipo de terapias en el decurso de su enfermedad. Es por este motivo, dada la expertise de Silvia Fernandez Cadevall (Fundadora de Arte Paliativo) en la temática, que nos es grato contar con su participación en la ponencia que llevará por título: “Mediación artística para paliar el sufrimiento emocional” a las 12.45 h.

Le adjuntamos el programa de la Jornada para que tenga conocimiento del contenido de la misma. Además, cómo podrá ver en la imagen anterior, por la tarde se realizaran varios talleres vivenciales en los cuales puede apuntarse y participar para poder conocer de primera mano qué es lo que hacemos. Nuestra entidad social Arte Paliativo realizará el taller: ART-TERAPIA (16h-18h) dirigido por la Educadora Social y Counsellor Silvia Fernandez Cadevall. El coste de este será de 20 euros y deberá abonarse en la cuenta bancaria que le indican en el formulario de inscripción: https://drive.google.com/open?id=0Bx0dOKkFh4asdHhjbUN6dURTNy1aeTIwNzNPdEtuRFFNTjhF
Nos encantaría que nos acompañarais en este día tan importante, ya que nos hace mucha ilusión poder contar que hacemos y lo que es mejor, poder mostrarlo. Estas dos horas de taller pueden ser una buena razón para dedicaros un tiempo a vosotros/as mismas, para conectar y disfrutar de un espacio de expresión de sentimientos, emociones, espiritualidad…

No dude a contactar con nosotros para cualquier duda y/o sugerencia:
Ctra. Torrebonica s/n
08227 TERRASSA
93 731 00 07 – ext. 1892 – 7118
¿Que pasa en una sesión de Arte Paliativo?
Iniciamos la sesión desde una intención que fue escogida al azar. Los participantes del taller en el Hospital debían poner la mano dentro de una bolsita y sacar un papel. Cada papel contenía una palabra para empezar a trabajar sobre lo que aquello les evocaba. A Francisca le apareció entre sus dedos la palabra: INFANCIA.

Es muy recurrente que las personas usuarias del taller despierten, a través de la creación artística, el recuerdo. En estos casos la intervención se centra en escuchar sus historias de vida, y sostener la nostalgia que pueda aparecer. A menudo, tienen la necesidad de colocar ciertos aspectos de su vida que quizás no han sido digeridos, recuperar sensaciones que hace tiempo que han olvidado, felicitarse a sí mismas para las personas que han sido ya momentos y pedirse perdón por lo que no se han dado. En estos casos es muy importante hacerles llegar que todavía están vivas y que, por tanto, tienen la posibilidad de reparar aquellas cosas que necesitan ser curadas. Y devolverles, hacer de espejo, para que vean que la nostalgia tiene una vertiente triste porque ya no esta, pero bonita porque sucedió.

Esta es una imagen de F., la cuál después de este dibujo, en el que narraba las mañanas de viaje en autobús hacia la escuela con sus hermanos, decidió que pediría a su hija una libreta donde ir explicando, escribiendo, dibujando su historia de vida, para que sus nietos la pudieran conocer y quedársela de recuerdo cuando ella ya no estuviera.
3 consejos para acompañar a una persona que se encuentra en el final de su vida
Vivimos con la idea en la cabeza de que nunca vamos a enfermar o morir, hasta que llega un día que nos toca de cerca. Sabemos que el ciclo de la vida es: nacer, crecer y morir. Pero no somos conscientes de esta ultima parte del ciclo y nos aterroriza sobretodo cuando pasamos por una enfermedad donde aumenta el miedo a lo que pueda pasar.
Control de las emociones
Es por esto, según mi opinion creo en que algo tan importante como es cerrar un ciclo, poner fin a la historia de tu vida, acabar ese último capítulo del libro o de una serie en lo que todo lo que sucede le da sentido a toda la historia de los capitulos anteriores… no puede perderse por temor a ello. Cuándo alguien te da ese de estar junto a el en su final, de despedirse, de decir cosas que nunca dijiste y guardaste en tu interior, de resolver y compartir, es una experiéncia mágica.
La verdad, es que en esas situaciones delicadas es muy difícil saber cómo gestionar por ejemplo conversaciones muy importantes si nadie nos ha enseñado. La inteligencia emocional puede volverse muy difícil de aplicar en esos momentos si no hemos trabajado nuestra forma de actuar y habilidades sociales.
Por inercia y supervivencia, en general afrontamos el dolor, a veces antes u otras una vez la persona ya ha fallecido… sin despedirnos, sintiendonos que no le hemos dicho todo lo que queriamos incluso no asimilar que esa persona ya no está una vez fallecida. El no saber cómo hacerlo, la angustia que nos provoca que alguien nos diga: “Me estoy muriendo” nos hace responder algo rápido, nervioso y sin sentido: “¡No hombre! ¿Pero qué dice? ¡Yo le veo estupendo!”… Cosa que tu tambien quieres pensar que ojalá lo que estas diciendole sea verdad aunque sepas que no lo es pero al hacer eso no estamos haciendo lo más importante, acoger ese sentimiento que la persona nos manifiesta con tal afirmación.

Consejos para el acompañamiento
Desde nuestra propia experiencia acompañando a personas que padecen una enfermedad avanzada y basándonos en nuestra formación, os compartimos algunas claves para desaprender respuestas de este tipo y aprender otra forma de comunicarse:
1- Escuchar al paciente
Para realmente ofrecer una escucha activa, presente y profunda, debemos de intentar no adelantarnos pensando qué vamos a contestar mientras la otra persona habla. Simplemente escuchar y estar ahí. Quizás no siempre debemos darle una respuesta, sino solo con el hecho de mostrarle que estamos a su lado pase lo que pase o bien. Pero si le queremos responder… devolverle lo que nos ha dicho (repetir: «dices que tienes miedo…») será una forma de que se sienta comprendido.
2- Empatizar
Si queremos ponernos en la piel del otro, comprenderlo de verdad sin poner una distancia de seguridad para protegernos del sufrimiento que nos genera. Debemos tener en cuenta que para la otra persona, todo lo que nos diga y sienta es real, pero sobretodo hay algo muy importante que no debemos hacer que es opinar sobre si es poco relevante o si se esta preocupando demasiado, ya que eso solo hará que se sienta más incomprendido y nos alejará en vez de acercarnos.
3- Ser autentico
Una actitud agradable a tiempo siempre hace que se cree un vínculo con la otra persona y nos une con un vinculo. Cuando no sepamos qué decir o hacer, es mejor decirlo: «me he quedado sin palabras, es dificil esta situación, ¿en que podria ayudarte?»… Mostrar al otro nuestra propia debilidad sin saber cómo acompañarle nos situará en una posición de iguales en la que el otro tendrá la suficiente confianza sobre nosotros para pedirnos lo que necesita.
Como dijo el empresario Brain Tracy:
La comunicación es una habilidad que puedes aprender. Es como montar en una bicicleta o teclear. Si estás dispuesto a trabajarlo, puedes mejorar rápidamente la calidad de cada parte de tu vida.
Los colores alivian los dolores
“Según datos del Eurostat se prevé que sobre el año 2060 habrá un escenario sin precedentes en el que 4/10 personas habrán superado los 65 años”.
En nuestro proceso de vida, las personas no aprendemos a envejecer, a enfermar o estar preparados para la recta final de nuestra vida. Nadie nos facilita este aprendizaje ya que socialmente, seguimos considerando un tabú el envejecimiento; nos da miedo y no queremos afrontarlo; incluso nos preocupa mucho más que el propio momento presente. Por tanto es un aprendizaje clave para no sentirnos perdidos ni frustrados en esta etapa vital ya que son muchas las personas que se esfuerzan en evitar un hecho que es inevitable.
Actualmente sabemos que el bienestar del ser humano depende del equilibrio no solo a nivel físico sino también mental. Ambos niveles son igual de prioritarios. Por tanto y quedando aún muchos retos por delante, existen numerosas estrategias y recursos que desde un ámbito holístico están diseñadas para mejorar la calidad de vida de aquellas personas que se encuentren hospitalizadas o en sus domicilios y sufren una enfermedad avanzada.
Hacia el final de la vida
Partiendo desde este planteamiento, se propone ver este último tramo de la vida como una oportunidad. Creando un espacio personal para descubrir y hacer preguntas sobre el sentido de la existencia, para aceptar y querer a nuestro “yo” del presente y también al del pasado; poder despedirnos de las personas que queremos; tener un espacio para hablar de sentimientos y emociones como la tristeza o la soledad; para volver a compartir con sus familiares o amigos experiencias y relatos de lo vivido, haciéndolo de forma consciente.
Todas las personas son conscientes de que su vida y la de su seres queridos se acaba pero muchas veces no somos capaces de afrontarlo, por miedo a perderlos y perdernos; por tanto intentamos crear en otros finales posibles aunque éstos no puedan ser reales y por ello no aceptamos nuestra situación: “ No me merezco esta situación”, “ Ya mi cuerpo no está bien para hacer esto o lo otro”, “Ya no puedo hacer nada”…
Estas frases están muy presentes en los hospitales o domicilios antes de realizar las sesiones de arteterapia. Pero al acabar se produce en ellos la sorpresa, al ver que todavía en su momento vital son capaces de hacer muchas cosas y de las que no eran conscientes y que siempre son más de las que ellos creían.


Arteterapia
Cuando hablamos de «arteterapia» hablamos de libertad a la hora de expresarnos. No hay una buena o mala forma de hacerlo, no existen juicios sobre los resultados de la obra. Lo que siempre tiene valor es la experiencia en el proceso de crear y el significado que le da la persona que realiza esta experiencia creativa.
Por tanto, con este enfoque las personas que se animen a realizar este proceso estarán más tranquilas ya que así no sienten tanto miedo, ni malos recuerdos sobre expectativas que se han ido formando a lo largo de sus vidas. Así, cuando sienten que éstas no existen en la actividad ( que no es para estudiantes de Bellas Artes, ni para grandes pintores o niños) conseguirán sacar su lado creativo de manera fluida, el que no creían tener. Esto tiene un gran valor personal a la hora de creer en sus capacidades.
Para que este proceso sea posible será importante que el profesional tenga en cuenta la tarea de mediación artística. A través de la confianza en las capacidades de las personas usuarias, se realiza un acompañamiento personalizado, dejando los juicios fuera de la sesión artística y desarrollando una escucha sobretodo desde el respeto y el refuerzo positivo. Así como una actitud que impulse su autonomía y toma de decisiones.
Terapia emocional
Cuando el profesional desarrolla correctamente estas habilidades se genera un espacio de intimidad donde el usuario conecta con sentimientos y emociones que no ha podido expresar hasta el momento con palabras. Por tanto, el profesional va a aportar recursos y un acercamiento a sus capacidades para llevar una situación de vida mas amena, recuperando sus ganas por aprovechar y disfrutar el momento presente.
El cambio que se observa antes y después del taller es considerable. Un reflejo de ello, el título de este post, que compartió con nosotros un paciente después de una sesión.